Hojaldre de solomillo con salsa de frutas rojas

Es un plato muy lucido en la mesa, tanto por su sabor como por sus colores. No es difícil de hacer ni se necesita demasiado tiempo. De primero una sopa de melón y será un menú estupendo.

Dificultad: Media (3) *****

Tiempo de preparación: 1 Hora

Ingredientes para 4 personas:

- 2 Solomillos de cerdo

- 2 Cebollas grandes

- 150 gr de grosellas

- 50 gr de arándanos

- Una lámina de hojaldre

- El zumo de medio limón

- Un huevo para pintar el hojaldre

- Azúcar

- Pimienta blanca

- Aceite y sal

Preparación:

Empezamos por caramelizar la cebolla como expliqué en la receta de cebolla caramelizada.

Después limpiamos bien los solomillos de cualquier resto de grasa y los cortamos  longitudinalmente, añadiéndole sal y un poco de pimienta.

Calentamos bien la plancha y doramos los solomillos todo alrededor, manteniéndolos un par de minutos por cada lado. El resto de la cocción se va a realizar en el horno.

Cortamos la lámina de hojaldre en 2 trozos. Encima de cada uno de ellos ponemos una de las mitades de cada solomillo y cubrimos por  encima con cebolla caramelizada. Después tapamos con su otra mitad.

Lo que conseguimos es una especie de bocadillo de solomillo con cebolla dentro. A continuación envolvemos cada "bocadillo" con el hojaldre, con cuidado de que no quede ninguna parte al descubierto.

.........Pintamos con huevo batido

Lo metemos al horno calentado a 200º,  poniendo debajo papel vegetal. Puede suceder que el hojaldre se dore antes de que esté totalmente cocido porque en algunas partes está doblado y tardará más en hacerse. Si esto sucede lo tapamos con papel vegetal para que termine de cocinarse sin que llegue a quemarse. En unos 15 minutos estará listo, no obstante antes de retirarlo probaremos a pinchar el hojaldre y veremos que sale la aguja seca. Este tiempo será suficiente para que se haga el solomillo, puesto que ya iniciamos la cocción en la plancha.

Mientras está en el horno, ponemos en una sartén las frutas con el zumo de medio limón y 2 cucharadas de azúcar y dejamos que se vayan haciendo. Queremos que estén blandas, pero no que se deshagan y también queremos que el zumo de limón y el jugo que van a soltar se liguen.

Es lo que vamos a utilizar como salsa. Veréis como la acidez y frescor de las frutas rojas combina perfectamente con la carne.

Sólo tenemos que presentarlo.