lunes, 19 de mayo de 2014

Tarta de fresas





Los postres caseros son siempre bien recibidos y ahora podemos encontrar unas fresas exquisitas. Aprovechemos.


Dificultad: Media (3) *****
Tiempo de preparación: 1 Hora y media



Ingredientes:

Para el bizcocho (Bizcocho de yogur):
- 1 Yogur natural
- 3 Medidas de yogur de harina
- 3 Medidas de yogur de azúcar
- 1 Medida de aceite suave
- 3 Huevos
- La ralladura de un limón
- 1 Sobre de levadura en polvo
Para el relleno:
- 400 ml de nata para montar
- 6 Cucharadas de azúcar
- Una cucharada de queso tipo Philadelfia
- 3/4 Kg de fresas
- Zumo de 1 ó 2 limones

Preparación:

En esta ocasión he elegido un bizcocho de yogur porque sale jugoso y se hace rápido.

**Se bate bien el yogur, el azúcar, las yemas de los 3 huevos, el aceite y la ralladura de limón. Añadimos después la harina mezclada con la levadura y por último las claras a punto de nieve, moviéndolas con cuidado para que no se bajen. 
Engrasamos y enharinamos el molde, volcamos la mezcla y al horno a 180º durante apróximadamente 45 minutos, como siempre comprobamos con una aguja y esperamos a que salga seca. Dependiendo de como sea nuestro horno tardará más o menos.**


Mientras se hace el bizcocho, limpiamos las fresas y las cortamos en láminas. Las ponemos a la lumbre a fuego medio con 3 cucharadas de azúcar y el zumo de un limón o dos, dependiendo de la cantidad de zumo que nos dé.




Sólo tardarán 4 ó 5 minutos en estar caramelizadas y blandas.
Las escurrimos, pero reservamos el caldo para emborrachar el bizcocho.






Por otra parte montamos la nata con 3 cucharadas de azúcar y la cucharada de queso suave para que tengan más consistencia.

Desmoldamos el bizcocho, esperamos a que se enfríe y lo partimos con un cuchillo de sierra en 3 láminas.
Pintamos la la lámina-base con parte del caldillo que hemos reservado y ponemos una buena capa de nata encima. Guardamos una poca para decorar.
Ponemos la siguiente capa de bizcocho (la capa intermedia de las que hemos cortado) y encima las fresas escurridas.


Ya sólo nos queda una lámina de bizcocho, la superior de nuestro bizcoho. La ponemos encima de las fresas. La pintamos por encima con el caldillo de las fresas y decoramos. Al cortar la tarta, la veremos así...

La metemos a la nevera un par de horas para que coja consistencia y se mezclen los sabores.
Resultará una tarta fresca porque, recordemos, la emborrachamos con jugo de fresa y zumo de limón y además añadimos una fruta en medio.

Veréis que el bizcocho es redondo y la tarta cuadrada, en este caso como éramos pocos no quise utilizar todo el bizcocho para la tarta y me quedé solamente con el cuadrado central, pero las cantidades indicadas serían suficientes para el bizcocho completo.

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