Qué sabrosa resulta y nos da mucho juego. Con una buena ensalada para cenar, como picoteo o aperitivo si la cortamos en trocitos.... o sólo para disfrutarla.
Dificultad: Media (2) *****
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes:
- Una cebolla grande
- 250 gr de bacalao desalado
- 5 ó 6 huevos dependiendo del tamaño
- Aceite de oliva y sal
Preparación:
Cortamos la cebolla en trocitos pequeños y la pochamos a fuego lento en una sartén con aceite.
Esperamos a que la cebolla se vuelva casi transparente.
El bacalao lo hemos tenido en remojo. El tiempo de remojo variará según el grosor que tenga el bacalao. Si compramos migas, que para una tortilla valdrían, será suficiente con que las remojemos 24 horas con cuidado de cambiarle el agua, sin embargo sin son lomos necesitará al menos 48 horas.
Truco: Si probamos el agua en la que se está remojando el bacalao, nos ha de resultar totalmente sosa.
Escurrimos bien el bacalao y lo limpiamos de piel y espinas. Lo partimos en trocitos.
Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el bacalao. Con unas vueltas en la sartén será suficiente, veremos que empieza a tener color blanco.
Lo escurrimos bien para que no lleve aceite y lo volcamos en un bol donde hemos batido los huevos. Mezclamos.
En una sartén limpia ponemos una cucharada de aceite y volcamos la mezcla. A mi no me gusta que se quede el huevo crudo por dentro, pero tampoco que se quede reseca. Lo que hago es removerlo en la sartén un momento a fuego fuerte antes de darle forma. Así no necesitará mucho tiempo para que cuaje y no se resecará. Le damos la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato y doramos por el otro lado.
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